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Historia de la Sección.

Desde el principio, figuró como Jefe de la Sección D. Eduardo Morata Rodríguez, siendo el responsable de la misma hasta 1983. Su labor ha sido brillante. Por un lado, el es el autor de varias marchas que caracterizan el sonar de los tambores de la Hermandad, como son, la Lenta, Lenta y Marchas, Sevillana y Lenta Cortada. Por otro, su redoble y repiqueteo han creado escuela dentro y fuera de la Sección, siendo objeto de múltiples alabanzas en el mundo de la Semana Santa de Zaragoza.

En el 25 Aniversario de la Sección, se le nombró Director Honorario. Además, ha recibido la Insignia de Oro de la Hermandad como justo homenaje a su trabajo.

En 1961 se adquiere la primera corneta para poder marcar el inicio y final de las diferentes marchas que se estaban ejecutando desde el principio. Esta figura existió en la Sección hasta el año 2001 en el que salieron hasta siete cornetas en la procesión. En la actualidad, se utilizan distintos redobles, repiqueteos y golpes de tambores y bombos para poder cortar las marchas.

Es en el año 1965, cuando la Sección adquiere galas de terciopelo negro, rematado con flecos blancos y con el anagrama de la Hermandad bordado en el centro, para todos sus tambores. La tela utilizada, fue donada por D. José Pomar Navarro.

En 1982 y 1984, numerosos integrantes de la Sección de Tambores, participan en la despedida al Sumo Pontífice, en la plaza de La Seo.

En 1983, conmemorando las Bodas de Plata de la Sección, la Hermandad dona a la Sección un Estandarte a modo de banderín, realizado en el convento de las Madres Carmelitas de la Puerta del Carmen de Zaragoza. De terciopelo negro, contiene en el anverso el escudo de la Hermandad bordado en plata, y en el reverso, se puede leer: “Hermandad de San Joaquín y de la Virgen de los Dolores – Sección tambores – 1957”.

Una gran parte de los hermanos que integran la cofradía han pasado por la Sección de Tambores. Del incremento ascendente de los miembros, dan cuenta los siguientes datos: En 1958, integraban la Sección 26 instrumentos; en 1983, sus Bodas de Plata, ya eran 222; a día de hoy, 50 años después de la fundación, son cerca de 300 los que convierten sus redobles, sus repiqueteos y bombazos en oración delante del Paso de la Virgen de los Dolores.

El gran problema de la Sección ha sido siempre el lugar para celebrar los ensayos. En estos 50 años, han sido muchos los emplazamientos que se han tenido que recorrer para que se pudieran preparar las marchas adecuadamente. La antigua Feria de Muestras, el antiguo Ayuntamiento de Predicadores, la Romareda, viejas fábricas como CAYTASA o Laguna de Rins, las piscinas y el parque de la Granja, el Recinto Ferial, el Parque Lineal del Ebro o el Polígono El Pilar han acogido numerosas noches de fríos ensayos.

El gran problema de la Sección ha sido siempre el lugar para celebrar los ensayos. En estos 50 años, han sido muchos los emplazamientos que se han tenido que recorrer para que se pudieran preparar las marchas adecuadamente. La antigua Feria de Muestras, el antiguo Ayuntamiento de Predicadores, la Romareda, viejas fábricas como CAYTASA o Laguna de Rins, las piscinas y el parque de la Granja, el Recinto Ferial, el Parque Lineal del Ebro o el Polígono El Pilar han acogido numerosas noches de fríos ensayos.

Desde la fundación de la Sección hasta nuestros días, se ha mantenido la tradición año tras año, de desfilar tocando las marchas “Lentas”, marchas específicas de esta Sección en la Semana Santa de Zaragoza. La popular “Lenta Cortada”, “Lenta y Marchas”, “Sevillana” o “Nocturna” son algunas de las marchas lentas ( se desfila realizando el “paso”), que hacen agolparse al público en las aceras, alrededor de la Sección de Tambores, para escuchar a sus redobladores tocar el tambor al ritmo de la Lenta.

También existen marchas más rítmicas entre las que destacan, “Leciñena”, “La Palma”, “Aniversario”, “Concursos”, “Zaragoza”, “ Napoleónica”, “Ecce-Homo” etc...

Desde 1958 hasta hoy, la Sección se mantiene viva y fruto de ello es la creación de nuevas marchas y aumento de miembros en la Sección pasando de los 29 iniciales a más de 300.

La Sección, también ha participado en numerosas Exaltaciones de diferentes localidades como Calatayud, Híjar, La Puebla de Híjar, Ágreda, Madrid etc... y la Cuadrilla de Concurso de la Sección ha ganado numerosos primeros premios con sus toques especiales en Zuera, La Puebla de Alfindén, Alagón, Fuentes de Ebro y en el popular Concurso de Tambores de Zaragoza.

En el año 2007 la Sección cumplió los 50 Años de su creación y por ello realizó, entre otras actividades "La Noche de los Tambores".

Entre 2007 y 2008 la Sección de tambores de la Hermandad de San Joaquín y de la Virgen de los Dolores de Zaragoza cumplirá 50 años de existencia. Las conmemoraciones sirven de justificación para reconocer una trayectoria y fortalecer el significado de lo que se está haciendo, y si nos referimos a las Secciones de instrumentos de Semana Santa no podemos negar el valor que estas tienen en las actuales cofradías zaragozanas. No sólo modificaron su fisonomía procesional (los datos que aporta el Grupo de Estadística de la Junta Coordinadora de Cofradías desde 1994 muestran como más del 50% de los participantes en las procesiones zaragozanas son portadores de instrumentos (en 2006 supuso el 54,4%) sino que también han servido de enganche y motivación para nuevas generaciones que terminan involucrándose y viviendo el significado cofrade.

Esto se evidencia en La Hermandad de San Joaquín. En los últimos 20 años todos sus Hermanos Decanos han sido miembros de la sección de instrumentos, y menos uno, todos han pasado a serlo directamente desde la sección. Lo mismo podríamos decir de la mayor parte de los cargos ocupados en las diferentes Juntas de Gobierno y de las personas más implicadas con la vida de la cofradía. En cuanto a la presencia en las procesiones de los últimos años los instrumentos representan el 46% de los cofrades participantes.

No podemos obviar tampoco la proyección exterior y de relación con otras cofradías, a través de las diferentes actividades en las que participa, además de aportar, con los desfiles procesionales y participaciones en exaltaciones y concursos, unas señas de identidad que transcienden a la Hermandad en general.

Pero para desgranar esas señas de identidad quise que estas fueran aportadas desde la visión externa. Para ello se elaboraron dos cuestiones a la que respondieron 42 personas de otras cofradías.

En la primera cuestión se pedían tres palabras con las que definirías a la Sección de Tambores de la Dolorosa. Se nos devolvieron conceptos como: Recogimiento, lentitud, redoble, solemnidad, orden, seriedad, calidad, armonía, uniformidad, respeto y disciplina.

En la segunda cuestión se les pedía una característica singular, si la hubiera, que diferenciara esta Sección de otras. Las contestaciones se pueden agrupar en 4 puntos:

Lo que es evidente es que allá por 1957, en reunión de Junta de Gobierno a nadie se le ocurriría crear una sección de tambores que fuera identificada por el redoble de sus lentas y por no usar cornetas y que en la calle dieran muestras de disciplina, seriedad y uniformidad.

Lógicamente estas características se han ido forjando a lo largo de estos cincuenta años, fruto de la conjunción de buenos y malos momentos, de casualidades o de decisiones personales, de naturales cambios generacionales....... De este modo me atrevo a desglosar la historia de la Sección de tambores de la Dolorosa en tres periodos:

A imitación de otras cofradías, la Dolorosa decide crear su Sección de Tambores en el año en el que se cumplían 20 años participando en las procesiones de Semana Santa. Desde 1942 era habitual el que fuera acompañada musicalmente por bandas de trompetas y tambores de la Policía Armada o del Ejercito del Aire o por la Banda de Música de la Academia General Militar y en la Junta Ordinaria de la Hermandad de 1957 se decidió la creación de una Sección propia. Se adquirieron 25 tambores y 4 timbales en BIU  y se contrató a don Alejandro Sierra Vera como profesor. Se desfilaría por vez primera en la procesión del Encuentro de 1958 con don Eduardo Morata Rodríguez como jefe de tambores, que lo sería hasta 1980.
Prácticamente hasta la década de los años 70 la participación de la sección como tal en la vida de la Hermandad se limitaba a las procesiones y no se accedía a la toma de decisiones. La Junta de Gobierno designaba un vocal para que se “encargue de observar y ordenar los ensayos” o “para que se llegue con puntualidad a los ensayos”, y hasta el año 1989 en que se reglamentan los diferentes cargos de la Sección de tambores, no aparecerá por escrito otro tipo de atribuciones para este vocal. Eso si, en las actas de la Hermandad, durante los primeros años, se invitaba insistentemente a los hermanos a ingresar en la sección “sin perjuicio de menospreciar a quienes ya la componen”. Pero para aumentar la sección se necesitaban instrumentos, cuya compra se convierte en una constante preocupación. Periódicamente la cofradía ponía a la venta los suyos para quien quisiera tener uno propio y así poder adquirir más. Por ejemplo, en la Junta General del 4 de marzo de 1977, Eduardo Morata pide la palabra para comunicar que dispone de 23 nuevas altas para la sección pero no dispone de instrumentos. A la vista de esto se toma el acuerdo de comprar 6 nuevos tambores y se le dan atribuciones para que recupere los tambores que fueron prestados y no se usan. En 1971 un tambor se ponía a la venta por 500 pesetas y un timbal por 750 pesetas. Los dos primeros bombos calandinos no llegarían hasta 1974.
El lugar de ensayo ha sido una constante preocupación y durante este periodo se paso de ensayar en el Edificio Pignatelli y la plaza de toros a la Antigua Feria de Muestras (1965-1967), del Antiguo Ayuntamiento de 1968 a 1973 (en la calle Predicadores), al Campo Municipal de la Romareda en 1974 y a la fabrica de textil CAYTASA en el Picarral entre 1975 y 1984. Sin duda buenos sitios de ensayo, por el transporte urbano y la posibilidad de guardar los instrumentos en su interior, especialmente en este último por las posibilidades que daba de ensayar desfilando en formación.. Las etapas posteriores contarían con peores condiciones para la comodidad de los cofrades.
A lo largo de este periodo nos encontramos con sonidos heredados de las tradicionales bandas de tambores y cornetas que recorren la geografía española, la lenta y la sevillana, más las composiciones aportadas por Morata en esta línea, la Lenta cortada y las Siete Marchas. Con todas ellas se marca el paso, algo característico de la Dolorosa y  que siguen formando parte del repertorio. No ocurre lo mismo con aquellas adaptaciones de toques procedentes del Bajo Aragón o de las Siete Palabras como la Calandina, Imágenes o la Palillera o con inspiraciones nada penitenciales (Viva España, el 1,2,3, la raspa, Bonanza, el gordo y el flaco…..)
Pero Hablar de las marchas y de Dolorosa es hablar de la lenta, de la sevillana, de ese repiqueteo de Morata que hipnotizaba a la gente por las aceras y mecía Manifestación marcando el paso  y abriendo camino a la Virgen Dolorosa. Es hablar de la inimitable y tantas veces versionada lenta cortada, marcha insignia de la Hermandad, en la cual el silencio se deja oír, formando parte de un siempre improvisado repique, que ha creado escuela inconfundible y se convierte en seña de identidad de esta Sección.
Y llegan los concursos y Exaltaciones (1957-1980).
En los años 70 miembros de la Sección de tambores de la Dolorosa fueron parte activa en el impulso del Concurso zaragozano, conformándose una junta de delegados, y en la apertura de contactos estables con el Bajo Aragón.
En 1971 se asiste por primera vez al Concurso de Híjar, iniciando un vínculo con localidades de la Ruta del Tambor y del Bombo que dura hasta la actualidad. Esto supone un nuevo aliciente para la banda, se establecen nuevas relaciones, tanto dentro de la sección como fuera y nuevos espacios de amistad y socialización. Una mayor exigencia y dedicación en los ensayos, con un deseo de dejar buena imagen de la Hermandad y a cambio nuevas exigencias y peticiones a la Junta de Gobierno. Así se le pedía a esta que pagara el autobús a los componentes de la cuadrilla de Concurso para su desplazamiento a Híjar (la Junta respondía en 1973 que se pagaría “con la condición de que se quedara en buen lugar”) o se le hacía llegar la queja “de no haber recibido felicitación alguna por la actuación del pasado año” (1972). Asuntos como estos, entre otros, seguro que fueron creando la necesidad de entrar en la Junta de Gobierno a algunos de sus integrantes para defender sus intereses.
Ganar en 1973 el Primer Concurso de Tambores de Zaragoza supone todo un reconocimiento a la Sección de Tambores de la Dolorosa.

La foto que ilustran estas líneas recoge las características de la sección adquiridas y cimentadas durante estos años: Eduardo Morata al frente de un grupo compacto, marcando el paso y con un claro protagonismo de los tambores. La cuadrilla de concurso es reflejo de la imagen que la banda de tambores da en la procesión.

Sin duda, el plante de la sección en el Santo Entierro de 1978, que se negó a tocar los instrumentos en protesta por la formación de una banda femenina compuesta por las majorettes de Zaragoza dirigidas por Corita Viamonte, iniciativa que se forjó en 1973.
Pero este incidente trajo como positivo que el 15 de mayo de 1978 se tome “el acuerdo de gestar una banda mixta en la que puedan participar tanto mujeres como hombres y que sea condición imprescindible para pertenecer a esta banda el que sus componentes estén inscritos como hermanos de la cofradía”.
1958:
  • Primera salida procesional de la Sección de tambores de la Dolorosa.
1965:
  • El vocal de tambores solicita modificar el itinerario de la procesión, dejando de ir por las calles de la parroquia de San Pablo al ser calles estrechas la gente se mezcla entre los instrumentos desluciendo el acto que se celebra.
1966:
  • Se confeccionan las galas.
1971:
  • Se comienzan a elegir subjefes dentro de la Sección y mantener reuniones organizativas.
  • Primer viaje a Híjar.
1973:
  • Primer puesto en el Concurso de tambores de Zaragoza.
  • Se crea la Sección Femenina.
1974:
  • Se compran los primeros bombos calandinos.
1978:
  • La Sección de tambores no participa en el Santo Entierro en protesta de la existencia y comportamiento de la banda femenina.
1979:
  • La Sección adquiere carácter mixto.
1980:
Se organiza el Concurso de Tambores de Zaragoza.
Motivos de salud, unido a movimientos dentro de la sección con deseos de evolución,  hace que  Eduardo Morata delegue la jefatura de la banda en 1981. Pero era tal su ascendencia que a pesar de dejar la responsabilidad de dirigir los ensayos, los jefes posteriores le cedían la batuta en la procesión hasta 1986.
Paralelo a estos cambios que acontecían en la sección y que culminarán en 1988 cuando se instauren cauces de participación para la elección de los puestos de delegado de tambores (miembro de Junta de Gobierno) y de Jefe de tambores (con voz pero sin voto en Junta de Gobierno) y se le de forma a un Reglamento de Régimen Interno (aunque desfasado, en vigencia a día de hoy), los cargos de la Directiva de la Hermandad paulatinamente comienzan a ser ocupados por miembros de la Sección, algunos sin dejar por ello de tocar en la procesión (todo un cambio respecto a la etapa anterior), de tal modo que en 1988 accede por primera vez a Hermano Decano un miembro en activo de la Sección de Instrumentos.
La foto de la cuadrilla de concurso de 1984 da fe de esta tendencia. En el futuro, de esa foto saldrían 2 decanos, 3 mayordomos, 2 archiveros, 3 delegados de la sección y 8 jefes de tambores.

Cuadrilla de Concurso de 1984

Cuadrilla Infanto – Juvenil

Consecuencia de estos movimientos es un mayor compromiso de la sección y de sus miembros con la Hermandad, creándose cauces de participación para todos aquellos  que lo deseen, así como posibilidades de que sus iniciativas sean tenidas en cuenta. Desde finales de los años 70, había comenzado a gestarse el trabajo en equipo y las reuniones en bares y restaurantes (al compás de los nuevos tiempos que vivía el país) daban forma a esas inquietudes e iniciativas. Ejemplos de esto es la responsabilidad que asume la sección  en 1981 del montaje y limpieza del paso y de los atributos para la procesión, tarea que hasta entonces realizaban operarios contratados. También en este mismo año se le da forma a la primera cuadrilla infanto-juvenil. Estas dos labores supondrán momentos y espacios que forjarán cofrades.
La conmemoración de las Bodas de Plata de la Sección en 1982 supone todo un espaldarazo a las inquietudes cofrades de “los que tocan el tambor”, que aumentarán su compromiso con la cofradía con iniciativas como la venta de llaveros, pegatinas, insignias, el reparto de calendarios de procesiones……….que tendrán su culminación con la celebración de las Bodas de Oro de la Fundación de la Sección de la Dolorosa en 1987, pero también con la creación de la procesión de la Soledad (1984) y el vía crucis por las calles de la Parroquia de Nuestra Señora de los Dolores (1988).
La fábrica CAYTASA en el Picarral se abandona en 1984 a mitad de temporada de ensayos y hay que buscar ubicación en otra fábrica, Laguna de Rins, en el barrio de la Jota (1984-1985). Entre 1986 y 1987 se realizan en el interior de la piscina de la Granja, siendo el último recinto cerrado y privado donde se ensaya, con la comodidad añadida que tenían todos hasta el momento de poder guardar el instrumento en ese mismo sitio. A partir de aquí el Parque Municipal de la Granja (1988-1994) y la explanadas del Ferial en Miguel Servet (1995-2000)serán los lugares por donde se le de forma a las marchas, orden a la formación y muchas molestias a los vecinos. No asegurar un lugar para guardar los instrumentos, ayudó a que la Hermandad se desprendiese de los instrumentos que prestaba, dejase de comprarlos y terminase por vender, entre 1984 y 1986 todos los tambores, bombos y timbales que tenía.
Durante estos años, la Sección va perfilando un repertorio propio, desechando las inspiraciones de otras cofradías (la Gitana) y del Bajo Aragón y especialmente aquellas cuyo origen, para nada penitencial, era demasiado evidente. Se va dando forma a nuevas  marchas, algunas efímeras (el Bolero, el Chorizo, el Roscón, la Galleguiña), otras sin embargo que trascenderán en el tiempo (Leciñena, Chavales, Napoleónica, Aniversario,Tchaikovski). También aparecen las que adquieren la nomenclatura de quien más o menos le dio forma (Ignacio-Leciñela-, Abadía, Julio, Jorge, Manolo o Joaquín, Miguel).
1982 supone un punto de inflexión. Para conmemorar las bodas de plata de la Sección surge “Aniversario”, un ritmo con un reparto de voces más acorde con los concursos de entonces, pero que todavía a día de hoy, sigue inspirando a otras cuadrillas.
Aniversario, también conocida por el Piquete, condicionó desde entonces la formación de la sección en la procesión, y se convierte en la otra marcha insignia de la Dolorosa. A partir de aquí, las piscinas y el parque de la Granja, el recinto ferial, y posteriormente la ribera del Ebro, el Polígono el Pilar, y sobre todo sus vecinos han oído dar forma, bajo noches estrelladas, o emergiendo entre la niebla, a largas marchas (y en esto las viejas Siete Marchas han sido siempre unas adelantadas a su tiempo), rápidas, de ritmos vivos, superpuestos o con contestaciones, que se alejan de los sonidos tradicionales, gestándose en la experimentación de la cuadrilla de concurso (Homenaje, Naranjas, Concursos), como en su día ya lo fue la del 72 con la que se ganó el 1ª Concurso de Zaragoza en 1973.
El tradicional redoble final de despedida de la Virgen deja de hacerse en 1990 para terminar la procesión con una marcha (la gallega en 1990 y 1991 y a partir de 1992 y hasta 2005 con la de Manolo en diferentes versiones). En el año 1993 se incorpora al repertorio Zaragoza, marcha creada conjuntamente por responsables de todas las cofradías de la ciudad y en la que se tuvo un peso destacado.
Pero a pesar de todo esto, se es consciente de lo que significa las lentas y la Cortada, que siguen manteniendo los lugares de privilegio en  la distribución del repertorio por las calles zaragozanas.
A partir de 1988 en los ensayos se comienza a trabajar las características por las que es reconocida la formación en la calle: orden y seriedad en las filas y un bloque homogéneo, en formación de cinco en fondo con los bombos en la fila de en medio. Es en este año cuando se comienza a designar para cada componente su lugar correspondiente en la formación, según una alineación establecida y conocida por cada instrumento. El grupo conocido como “piquete” (entre 15 y 20 componentes) adquiere, a lo largo de la década de los 90, peso específico en la composición y el toque de las marchas.
Y desde 1988 comienza a aumentar el número de redobladores en la calle, especialmente una vez que  desde 1987 se procesiona la imagen de la Soledad en una sencilla peana y se decide tocar exclusivamente marchas lentas. Desde entonces y año tras año la Dolorosa siempre ha podido presentar como mínimo un redoblador con una calidad excepcional. No en vano, en el Disco “Tambores de Teruel”, grabado en 1998 por los Tambores y Bombos de la Oración en el Huerto de Teruel, podemos leer en el libreto anexo “….. los redoblantes de la Dolorosa de Zaragoza, seguramente el mejor equipo de redoble de Aragón”.
A la participación en concursos y exaltaciones siempre se le ha concedido una importancia prioritaria, viviéndose como un oportunidad de experiencia cofrade, de trabajo en equipo, de proyección exterior de la Hermandad y de relación con otras cofradías, convirtiendo a los componentes de la cuadrilla en verdaderos embajadores y relaciones públicas de la Hermandad. Si Morata abrió una concepción del toque, la cuadrilla de concurso abre otra. Y si Morata dio prestigio a esta sección, su cuadrilla de concurso le dio lustre y brillo, o por lo menos así lo siente el cofrade de la Dolorosa. Si a esto sumamos la sucesión de lideres carismáticos y respetados al frente de la cuadrilla, los resultados obtenidos en este periodo que nos ocupa, y que continuarán en la siguiente etapa a describir,  hacen que esta cuadrilla sea capaz de codearse y competir con los mejores historiales de Aragón. Y esto tiene merito, siendo un grupo en continúa renovación de integrantes, cuando estamos hablando de una cofradía cuya sección de instrumentos no es sino la décima en número de integrantes en procesión de todas las de Zaragoza. En 2006 sólo representaban el 3,7% del total de instrumentos que procesionaron en Zaragoza. Es la rémora que supone no pertenecer a un colegio o a una parroquia en concreto y que su antiguo origen gremial (comerciantes e industriales) ya no suponga motivo de enganche.
Entre 1987 y 1991 el acto de Zaragoza no tiene modalidad de concurso, pero a partir de 1992 siempre se ha quedado entre los tres primeros (ganándolo en 1993, 1994 y 1995 y posteriormente en 2001 y 2002), a excepción de 1996 en que se quedó 4º. También se consiguen buenos puestos en los Concursos de la Unión de la provincia de Zaragoza (Zuera, Alagón, La Puebla de Hijar y Fuentes de Ebro, cada año en una localidad desde 1987), ganándolo en 1987, 1993, 1996, 1998…….(hasta en doce ocasiones, de manera consecutiva los últimos ocho años), algo que nunca se consiguió en, lo que por aquellos años eran toda una tradición, la participación en el Concurso de Hijar en la mañana del Domingo de Ramos (se acudió al mismo entre 1971 y 1996), localidad a la que también se acudía con cuadrillas infantiles (llegó a ganar el concurso en 1995) y juveniles (un 4º puesto en 1995 su mejor posición).
Otras localidades a las que se asistió para participar en diferentes actos o exaltaciones fueron Albalate del Arzobispo (1983-1984), Samper de Calanda (Exaltación infantil 1985-1986), La Puebla de Hijar (1987-1992), Alcora (1990 y en 1991 Jornada Nacional del Tambor), Morata de Jalón (1997), Madrid (1997) y Calatayud (1998).
Los ensayos de concurso son fuente de inspiración y experimentación de marchas para la procesión. Sin embargo, la formación no tiene nada que ver con la imagen que veíamos de los concursos de los años 70 que eran un reflejo de cómo se formaba para la procesión. Se comienza a estudiar las posiciones y los sonidos para colocar a cada componente según lo que toque, como sea su técnica o la posición del jurado. Y a lo largo de estos años se evoluciona de  presentarse en dos filas paralelas, donde los componentes con menos peso en el toque daban la espalda al jurado, a, con el paso de los años, mostrarse en subgrupos dentro de la misma formación en torno a los bombos (4 tambores en torno a un bombo), subgrupos aparentemente iguales, pero que con un reparto de voces, en el que difícilmente todos los componentes tocan lo mismo al mismo tiempo, coexiste una estructura basada en el liderazgo de un par de miembros por grupo en algunas ocasiones o de un par de grupos en otras.
 
 
Las piezas creadas para el concurso evolucionan en este periodo desde lo que suponía el mero encadenamiento de ritmos, pasando luego a las contestaciones de diferentes voces, para terminar con la superposición de diferentes sonidos y voces, de factura muy breve y rápida.
Las crisis generadas por diferentes motivos, con anterioridad a las Semanas Santas de 1988 y de 1998, en las que la Junta de Gobierno designa nuevos jefes de tambores a los que inicialmente habían sido elegidos para dirigir ensayos y procesión.
1981:
  •  La Sección se responsabiliza de la limpieza y montaje de carroza y atributos para la procesión.  
  • Se crea la 1ª cuadrilla infanto-juvenil para exaltaciones y concurso Híjar.
1982:
  • 25 aniversario de la Sección de instrumentos, con la celebración de diversos actos conmemorativos.
1983:
  • Se estrena el banderín de la Sección.
1984:
  • Incidentes en el Concurso de Híjar tras la protesta por considerar injustas las votaciones, especialmente las obtenidas por la Cofradía de Jesús atado a la Columna que, habiendo ganado en Zaragoza, sólo obtuvo un 5º puesto.
  • Primera salida de la procesión de la Soledad.
  • Creación del piquete intercofradías, con la participación de Eduardo Morata como primer redoblador.
1987:
  • Se comienza a participar en el Concurso de la Unión, ganando la primera edición.
1988:
  • Se realiza por vez primera una formación previa y por escrito.
  • Primer vía crucis en la Parroquia de la Virgen de los Dolores.
1989:
  •  La lenta de salida se realiza con acompañamiento de dos cornetas.
1990:
  •  Por primera vez más de 100 instrumentos en procesión.
  • Conmemorando el 50º aniversario del Acto del Encuentro, un pequeño grupo de tambores toca dentro de la Basílica del Pilar.
  • Se suspende la procesión de la Soledad por la lluvia.
1991:
  • Se participa en el Encuentro Nacional de tambores de la Villa de Alcora.
1994:
  • Se crea el primer grupo propiamente infantil, independiente del juvenil.
1995:
  •  Grabación en estudio de las marchas de la Dolorosa.
  • La cuadrilla infantil gana el Concurso de Híjar.
1997:
  • En el ensayo del 5 de marzo Eduardo Morata se “jubila”.
  • 2 cornetas de doble pistón: Se crean toques de aviso diferentes para cada marcha.
  •  Se participa en la procesión del Sábado Santo en Madrid.
1998:
  • Tope máximo de instrumentos contabilizados en procesión: 166 instrumentos.
  • Creación de la cuadrilla de veteranos.
  • Debate sobre la conveniencia de crear una sección de cornetas con mayor protagonismo.
Esta última etapa de los últimos diez años de historia se caracteriza por una ruptura generacional. Los logros conseguido en la época pasada se asientan y los responsables, así como la mayor parte de los cofrades en procesión no han coincidido con Morata. De este modo, lo que hemos denominado como impronta del Director Honorario llega de manera indirecta y por transmisión de la anterior generación.
Son años donde surgen verdaderas dificultades para encontrar lugares adecuados para ensayar, y sin embargo, son años de gestación de marchas de gran calidad, de una revalorización del uso del timbal (a punto de desaparecer en la época anterior), de la singularidad en el corte de las marchas por la ausencia de cornetas y de la consolidación de una excelente cuadrilla de concurso, además de otras posibilidades de participación al margen de las procesiones ( no solo exaltaciones u otros actos, sino especialmente en lo referente a actuaciones de carácter benéfico y la obra social de la Hermandad). También se introduce la participación de los instrumentos dentro de la liturgia en las diferentes celebraciones que la Hermandad tiene a lo largo del año.
El 2000 es el último que se ensaya en los terrenos del Ferial (entre la calle Miguel Servet, Facultad de Veterinaria  y la Estación de Miraflores), debido a las obras del tercer cinturón carretero, pero también a las quejas vecinales (compartíamos espacio con los ensayos de la Eucaristía, Resurrección y la Verónica).
Los años 2001 y 2002 se acude a la Ribera del Ebro, entre los puentes de Hierro y de las Fuentes, un parque lineal sin espacio para ensayar desfilando y en formación.
A partir de 2003 los ensayos se realizan en el Polígono Industrial el Pilar, en la calle Veintitrés de Abril (entre la Avenida Cataluña y Cogullada), donde se colocan unas casetas de obra, una para guardar el material y  otra para facilitar la vida social durante los ensayos con la venta de picoteo, bebidas e información de los asuntos concernientes a los actos de Cuaresma y Semana Santa. Las calles del polígono permiten practicar la formación y el desfile procesional, y la ausencia de vecindario evita las visitas de la policía local.
El repertorio sigue en continua renovación, con marchas que se desechan de épocas pasadas (Chavales, Joaquín, Naranjas, Abadía, Julio), y otras que se van creando donde predominan los ritmos rápidos, los contragolpes y las contestaciones, fruto de la experimentación del concurso como comentábamos en el capitulo anterior (Miguel, La Palma, Peregrina, la marcha del Cincuentenario, o diferentes posibilidades de marcha final).
Pero el origen no se olvida y de vez en cuando se sigue bebiendo de ritmos tradicionales como la Jota, o perlas con las que seguir marcando el paso como Nocturna o Imposiciones, que sólo necesitan de años para adquirir la categoría de clásicas.
Además, en 1999 se instaura una marcha para el Encuentro, para tocarla conjuntamente con la Cofradía de Jesús Camino del Calvario, y en este mismo año, y debido a la organización de la Procesión del Pregón se da forma a una marcha que combina la Lenta con Zaragoza, a la que se denomina Ecce Homo, por ser la que se toca al paso de esta imagen en la procesión del Miércoles Santo.
2000 aporta una novedad a la Procesión de la Soledad. La procesión es un continuum marcando el paso y de marchas lentas sin necesidad de marcarlas.
Como decíamos en el capítulo anterior, mantiene un altísimo nivel que le lleva a ganar el Concurso de Zaragoza los años 2001 y 2002,  no bajando ningún año del tercer puesto. El Concurso de la Unión (en Zuera, Alagón, La Puebla de Alfindén y Fuentes de Ebro) se gana sucesivamente desde el año 2000.
Las características que muestra la cuadrilla, que se perfilan desde el año 1996 por la continuidad de un mismo responsable, son totalmente distintas a las de épocas anteriores. Toques de gran calidad, en donde se pretende que gran parte de lo miembros sea capaz de tocarlo sin esconder a ninguno de los componentes. “Voces, contestaciones, virtuosismo y continua renovación del grupo de participantes. (….)incorporando una nueva modalidad de interpretación en la que los miembros del grupo se pasan el toque de un lado a otro de la formación. Una forma de tocar que  podríamos llamar hacer la ola”.
Pero la cuadrilla de concurso no es la única oportunidad existente para participar. Se llega a formar una cuadrilla B, una de juveniles, la de infantiles y la de veteranos, y para todas se buscan diferentes posibilidades donde acudir: Agreda (1999, 2000, 2001, 2002, 2003), Calatayud (1999, 2000, 2002), Lérida (1999), Samper de Calanda (2004, 2005, 2006, 2007), Alcalá de Henares (2005), Calamocha (2005), Alagón (2005, 2006, 2007) y Arnedo (2007).
En 2002, el grupo de cornetas (llegaron a ser 7) decide no salir en procesión al no ver apoyadas sus aspiraciones de tocar algo más que los toques de atención. Esto condiciona todos los ensayos y la dirección de las marchas en los desfiles. El grupo del piquete adquiere demasiado protagonismo al tener que crear señales de atención para cortar las marchas.
Y esto le confiere a la Dolorosa una singularidad del resto de cofradías.
1999:
  • Se organiza el Pregón de la Semana Santa.
2000:
  • Organización del Concurso de tambores en el Palacio de Deportes y de la Exaltación infantil en el Parque de Atracciones.
2001- 2002:
  • Se gana el Concurso de Tambores de Zaragoza.
2002:
  • En la Exaltación de Ágreda se participa con cuatro cuadrillas: Infantiles, juveniles, concurso y veteranos.
2003:
  • Se incorporan a la procesión las campanas de San Cayetano.
2006:
Hasta siete redobladores participan en las diferentes procesiones.

Conozcamos el pasado para comprender el presente y mejorar el futuro.

En los últimos años deberíamos hacernos algunas preguntas:

Todos los derechos reservados por la Hermandad de San Joaquín y de la Virgen de los Dolores de Zaragoza.

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